jueves, 10 de septiembre de 2009

Pez Expreso y Signos Vitales


Pez expreso

Cuentos













Prólogo de Oscar Hermes Villordo

Lo fantástico irrumpe en los cuentos cortos de Pez Expreso. Como una realidad más. Lo es, sin duda, pero el talento del escritor consiste en convencernos de su existencia. Norberto García Yudé recurre a los finales sorpresivos en sus historias para decirnos que sí, que además de la realidad, ésa que creemos única, la otra, la de la fantasía extrema (llamémosla así), tiene que ver con nuestras vidas, y de modo irrebatible. No es poca hazaña. Aunque aquí la hazaña es por partida doble.
El cuento corto, tal como lo concibe García Yudé –ajustado, de economía verbal, preferentemente de tema cotidiano, para mayor contraste—, constituye un desafío cuyas dificultades no escapan a las buenas intenciones. De esta empresa obtiene resultados que bien pueden calificarse de satisfactorios. Fantasía, variedad y seguridad en el desarrollo lo hacen apto para salir airoso. Piezas como ¨ La O ¨ probarán holgadamente que ha hecho bien en elegir este tipo de relato, tan poco cultivado en la actualidad, que prefiere las extensiones inabarcables y aburridas.
Precisamente de aburrido no tiene nada Pez Expreso. Su autor concibe las historias con una buena dosis de humor, a veces de humor negro, y les agrega un lirismo sobrio, convincente, que las hace aún más atractivas. Se trate de las breves narraciones y de las otras a las que alude el subtítulo, el interés es la guía consecuente.
Aunque Buenos Aires resulte el escenario predilecto y los habitantes de la ciudad los elegidos para protagonizarlas, el desierto y la selva, admirablemente recreados, y el pasado legendario, con sus exploradores, nativos y sacerdotes —en una suerte de profundización de la fantasía— el libro se muestra como un caleidoscopio de lugares y agentes enriqueciendo su perspectiva. No será fácil olvidar —y recurro a la memoria atenta del lector—, cuentos como ¨ Harina de maíz ¨, ¨ El Señor Henderschen “ “El recorte ¨(donde la irrupción de la muerte en el aviso
fúnebre de un diario logra manifestarse en su presencia escalofriante), ¨ La relojería ¨ y ¨ ¨Michifuses , para no citar sino unos pocos, En todos ellos encontrará al narrador que quiere transmitir un mundo, y lo consigue.
Para un libro de cuentos cortos un prólogo largo sería un exabrupto. Por eso estas palabras no quieren excederse en sus términos pero tampoco detenerse de decirles a ustedes, lo destinatarios de Pez Expreso, que tienen entre las manos un libro que, seguramente, no ha sido publicado en vano.


Contratapa
Con la misma velocidad con que los peces se desplazan, ya en una dirección o inmediatamente en la contraria, con desconcertante, certero y expreso tiempo, se desarrolla la vida, la de adentro y la de afuera.
Un PEZ EXPRESO de escamadas sensaciones, emociones sentimientos, gestos, sueños y percepciones.
Los momentos, al igual que los peces, yacen estáticos, expectantes, y de pronto toman velozmente un rumbo insospechado, irreversible, sin retorno. O simplemente se pasean a un ritmo normal, monótono. Y otra vez, todo vuelve a comenzar, hasta dejar torneado n destino.
Los momentos fugaces, del futuro, del pasado, los que andan sueltos por la realidad, los que habitan a imaginación. Introyectados, de pronto escapan de la mente, hacia el mundo exterior, hacia la libertad, porque desean ser vistos, escuchados y contados.


Fotos de la Presentación del libro en la Feria del Libro de Buenos Aires, año 1991


En las fotos Norberto Garcíoa Yudé está con Graciela Borges, Silvia Gsell, Onofre Lovero


Soledad Silveyra, Elsa Berenguer, Oscar Hermes (El negro) Villordo, Hugo Mujica, Gustavo Romero Berri




























































Signos Vitales

Poesía
Prólogo de José Isaacson


García Yudé, poeta de la clara profundidad

La poesía —como escribimos alguna vez— es el denominador común de todas las artes, además de ser un género literario especifico. No obstante, a niveles escolares se sigue estableciendo que la prosa y el verso son formas distintas de la literatura, confundiéndose de este modo el ropaje de la escritura como su esencia, como si lo exterior, esto es, la vestidura, pudiera definir la poesía.
Los verdaderos poetas se manifiestan a través de formas distintas, pero la literatura es el resultado de una cadena de palabras capaces de transmitir lo medular del hombre y del universo.
La poética cuyos rasgos definitorios acabamos de enunciar describe la actitud de Norberto García Yudé cuando enfrenta el acto literario. Transcribamos un fragmento de su escritura: Un él vagaba solitario y desconcertado por el distrito más lejano del cosmos. La soledad lo corroía. De pronto vio un lucero y quiso tomarlo. Sus ansias se oscurecieron y cayeron marchitas como flores secas, cuando descubrió que éste estaba enamorado de su propia luz (…) De pronto, sin darse cuenta se encontró con otro él y ofuscados y envueltos en un abrazo cósmico, a la velocidad de la luz, se fundieron en el universo.
¿Verso) ¿Prosa?, simplemente poesía: el yo que intenta derrotar la soledad en el abrazo centrípeto que confirma su existencia. Poesía metafísica que caracteriza uno de los libros más singulares de García Yudé. En otro pasaje del mismo libro —partículas —dijo,— el poeta pasa de lo metafísico a lo social: el protagonista de un texto —no por breve menos profundo— es agobiado por una pesadilla que lo obsesiona: un gigantesco paquete de yerba lo aplasta, aunque antes que Caronte se lo lleve para siempre, despierta sudoroso y gritando. El protagonista de la narración decide consultar a un psiquiatra, quien calma su inquietud, pero al salir distraído del consultorio no advierte que un enorme cartel que publicita la yerba que provocó su pesadilla se le cae encima.
En menos de una página García Yudé crea un clima de densidad poética notable y, al mismo tiempo, denuncia los efectos de la publicidad sobre el subconsciente de un hombre que no muere por efecto de una imaginaria pesadilla, sino por la realidad de una sociedad que lo aplasta con el bombardeo de la propaganda. Una vez más advertimos que la poesía se logra si el creador emplea palabras cuyo sabor es la esencia de la vida que debe afrontar tanto en las circunstancias sociales como, cuando más allá de estrechos límites, ansía alcanzar y sobrepasar las regiones ocultas tras el horizonte.
Las anteriores reflexiones surgieron con la lectura del poemario Signos Vitales, pues confirman nuestra tesis de que la poesía es un género específico que se manifiesta más allá de la versificación. En el poema Alimentó una pasión, primero de la sección titulada Los caballos de fuego, leemos:
Alimento un pasión tan desbocada
que supo nombres
allá por las alturas
eran de tal fuerza y tal belleza
que sepultó sigiloso
esa luminosidad en su propio silencio
como quien entierra sus hazañas
para que no huyeran por ese laberinto
de ilusiones hacia los otros.

La energía de su generosidad
fue tan patética, tan rara
que no encontró un idioma…

El poeta Norberto García Yudé —en prosa o en verso, siempre poeta— logra elocuciones de alta tensión literaria, en las cuales la originalidad no es el resultado de un propósito preconcebido, sino una consecuencia que se da por añadidura. Como ocurre en los textos de verdadera poesía y como nunca se da en la escritura retórica, perseguidora de tropos que no suelen ser más que meros juegos de palabras.
Con un lenguaje transparente, el poeta logra alcanzar profundidades que no pretenden ser intelectuales, pero que lo son porque la poesía es la forma emocional del conocimiento. Consciente de su cometido, es su poema yo nos dice:
Yo
soy el hombre febril de los errores,
aquél de los ensueños
aquél que camina hacia otros planos,
entre las multitudes,
mientras la vida lo corroe,
y sabe que lo que hace es único
porque soy el gran desequilibrio
en la fanática razón del mundo.

En el seno de la sociedad de masas, García Yudé rescata al individuo, pero precisemos: no al ego de la egolatría, sino al yo que se afirma en el tú. Del encuentro del yo con su interlocutor, surge, por un lado, la relación y, por el otro, el Yo-Tú, que es la ecuación verbal de la persona. El encuentro entre el yo y el tú hace posible el amor, definido por Martín Buber como la responsabilidad de un yo por un tú, y es precisamente el amor una de las ideas-sentimiento que movilizan esencialmente la inspiración de nuestro poeta.
En la sección titulada Los caballos de hielo, leemos:

Ella tenía
una lejanía de estepa en la mirada
y una certidumbre
de agujas en el pecho.

Con esta acuidad, Norberto García Yudé logra niveles poéticos que inscriben un nombre de singulares relieves en la literatura argentina de nuestro tiempo. Alejado de las modas y de los cepos que encierran a tantos liróforos celestes —como irónicamente los llamó Darío— el lector encontrará en nuestro poeta la ardua sencillez capaz de expresar los enigmas que encierran los laberintos del espíritu humano.
Como lo quiere la Escritura de los Proverbios, García Yudé no enturbia las aguas para que parezcan profundas.


Presentación del libro Signo Vitales en la Casa Museo Ricardo Rojas en Buenos Aires


En las fotografías Norberto García Yudé está con Cora Cané, (Clarín) Jorge Cruz (La Nación) José Luis Thomas, José Isaacson (De pie), Enriqueta Muñiz (La Prensa)







Desde temprana edad, este prolífero autor se inclinó hacia las artes. Debuto en el teatro Independiente con la companía de Onofre Lovero, junto a Haydeé Padilla, Betiana Blum y Walter Santana entre otros. Luego vendría el debut profesional en la primer temporada de estreno del teatro San martín de Buenos Aires. Allí actuó más tarde con diferentes elencos acompañando a Rodolfo Bebán, Maria Vaner, Luis Medina Castro, Emilio Disi, por citar algunos. No serían las tablas su destino final, estudió letras y periodismo. La literatura lo atrapó definitivamente. Publicó:
Cántaros crueles, poesía.
Días perdidos, cuentos.
Tiempo circular, cuentos.
Pez expreso, cuentos.
Partículas -dijo, cuentos.
Signos vitales, poesía.
Rosa Rosen, biografía, coautoria con José Luis Thomas.
Mentiras indecentes, cuentos.
Esa muchacha, poesía
Lucero…árbol… poesía.
La serranita, su historia, coautoría con José Luis Thomas
Extrañas maniobras, novela
Ha participado de antologías y es convocado como jurado para diversos certámenes literarios.

Fue corresponsal en el extranjero, y colaboró con medios gráficos y radiales en Bs. Aires y en Madrid. Cofundador con José Luis Thomas de El Francotirador literario (revista literaria) y de la Editorial El Francotirador ediciones. Creador y conductor de los ciclos radiales Entre Nosotros, literariamente hablando, en Radio El Sol de Lanús y luego lo llevó a Radio Nacional de Capital Federal, durante 9 años de permanencia en el aire, y Resistiré, en Radio El Dorado de San Fernando.
Obtuvo la Faja de Honor de SADE, Faja de Honor de ADEA, Premio ATLAS de ciudad de México, premio Gente de Letras y Madre Entidad, por mejor labor periodística. Sus poemas y cuentos fueron públicados en varias antologías a nivel nacional e internacional.
Desde hace diez años codirige con José Luis Thomas, Notiserrano, periodismo de opinión.