Caídos

Amanece
mi amante duerme
en las orillas de sus labios
emerge el sol resplandeciente
   el tinte dorado de sus párpados
   se baña en el lustroso líquen de la aurora
   Hicimos el amor toda la noche hasta el abismo
   en que nos confundimos sin saber quienes somos

Desgarrados caímos
maltrechos malheridos agotados
y en lo más oscuro del amor profano
en lo más ardiente de la pasión inmensa
   que engendrara nuestro amor pagano vi
   que amanecimos más allá de extraviados destinos
   y más acá del olvido por todos los seres perpetrados
   en las ojeras que ha prendido la noche en su bello rostro

Y siento y agradezco y mil veces digo
   bendito sea Dios por este instante que permanecimos
                                                   consumados y caídos

¿Cuál?

El caballo o el árbol:
¿Cuál llegará más lejos?
¿Cuál?
Cual de los dos con su sed de distancias
alcanzará caminos sin retorno
para aplacar las ansias
¿Será el caballo con sus cascos de plata
y ese galope intenso de acorde de guitarras
directo hacia la aurora
conquistará la luna
atravesando el alma con un vuelo rasante?
¿Será tal vez el árbol ese espíritu incólume
aferrado a la tierra
navegando los cielos abstracto y esotérico
extendido en millones
por sus hijos pequeños marineros del viento?
¿Cuál de los dos
me ceñirá expectante de esperanzas y sueños
de ilusiones y duelos
para colmar mi espera?
más allá de los mares
más allá de la tierra
más allá de los hombres
más allá
         mucho más

de mi libro: "Lucero...árbol..."

Volar, volar

Volar
volar
eternizarme
alzarme en pos
de las inmensas nubes

Fundirme en las alturas
y al ser aire
seré tierra
seré campo
y verde pasto

Y al ser pasto
seré agua
el agua de la fuente

la del río
de la lluvia
y de tu ojo pensativo

de mi libro: "Signos vitales"

Otras aguas

...y me dispuse a recorrer tu geografía estéril

a navegar tus pétreas aguas

a dividir en dos tu simetría.

Fue una tarde ausente y olvidada sostenida

en tiempo de amapolas y consagré mi sangre

en pájaros de fuego bordando las orillas

de tu almohada impregnándote de todos mis aromas.

Dientes de gato

rumbo de palomas

me hundí salvaje como un potro

después del sublime aquelarre

al espeso pelaje de mi urgencia

en el pulso acelerado del hambre de tus olas.

¿Que pez voló divino alzándome débil y remoto

más allá del cauce de los vientos

hacia el universo ahora roto?

De mi libro: Esa Muchacha

De un momento a otro

De un momento a otro llegará el visitante
Un talego de humo llevará al hombro

Lo sentaré a mi mesa a contarle mis ansias
a compartir el pan y el vino
y el resto de la miel:
nos beberemos todo
hasta la última gota
por ser la alquimia deslumbrada de vid cósmica

Vinos de otoño en umbrales tardíos
del verano y sol puro de este puro otoño

Más tarde mucho más tarde aún
bien entrada la noche
después de la risa y el llanto
y los festejos
cuando ronde el sopor
y el cansancio del festín anide en las ojeras

cuando agonicen las danzas y los cánticos
y la sociedad me abrume
cederé mi palabra
mis goces
mi volumen
será la despedida sin ruegos ni dolor

Ya bien entrado el día sin orlar mis vestidos
emulando al atlántide partiremos los dos

El hambre

El hambre
es un caviar de muerte
en las ventanas

El hambre
es un fuego
que se derrite
lentamente
en las entrañas

El hambre
está sembrado
en el planeta
tiene raíces
de acero